jueves, 4 de marzo de 2010

Un papel y un lápiz

Un papel y un lápiz ¡qué compañía!
para esa tristes horas de agonía,
duele urgar en la herida pero al menos
es ansia de librarla de su veneno.
Un papel y un lápiz ¡qué compañía!
para exultantes horas de alegría,
surgen las letras con alborozo:
libres, inquietas... llenas de gozo.
Un papel y un lápiz ¡qué compañía!
para sublimes horas de poesía,
no se sabe expresar lo que el Alma siente;
pero hacerlo es anhelo que está latente
en penas, alegrías y poesía.
Un papel y un lápiz ¡qué compañía!

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