Es natural que nos duela
la resaca que nos queda
después de la Navidad.
Contra este hastío que amuela,
que escuece, que desconsuela
hay que rebelarse y luchar...
Pensemos que Dios ha nacido,
eso hemos celebrado.
Llenemos nuestro vacío
gozando de los regalos
que nos dejaron los Magos
y corramos a la lotera
para cobrar la pedrea
de esa esquiva veleidad
de "El Niño" y de Navidad
que como no nos ha hecho ricos
...en otra ocasión lo hará.
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