Fresquita, fresca debes ser,
deseada primavera.
Huida del oscuro invierno
no corras hacia el verano denso.
¡Quédate, quédate primavera!
entre las plantas tiernas,
entre las flores fragantes
y frescas.
Recréate en el claro cielo
de blancas nubes volanderas,
en el vuelo alegre de las
aves nuevas
y en el rumor de las aguas
que escapan de las elevadas
neveras.
¡Quédate, quédate primavera!
y danos esperanzas actuales
y eternas.
viernes, 20 de mayo de 2016
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